Volver a
Borges. Una vez más. Pensar a Borges para pensar esos finos hilos que une la
politica y la escritura, la estetica y la ideología, la palabra y la
representación. Y como al
propio Borges le hubiese gustado, pensar a Borges es pensar
especularmente, en los laberitos de espejos que devuelven figuras de
reves. Borges y el peronismo como una reescritura del heroe y el
traidor, de fierro y cruz. Pensar como el
enemigo, pero para pensar al enemigo. Sin que nos tome por sorpresa ni
por asalto.